jueves, 13 de noviembre de 2008

la araña Ramona


Érase una vez una araña llamada Ramona que la gustaba mucho patinar, andar en bicicleta y saltar a la comba. Ramona tenía un problema y ese problema era que no tenía amigos. Su padre la decía: “A ti no te hacen falta amigos para ser feliz”. Todas las demás arañas jugaban juntas, pero con ella no querían jugar. Un día se levantó temprano y se fue a buscar un amigo. Su padre se puso muy triste al ver que Ramona ya no estaba. Llamó a la policía para que la buscasen hasta que apareciese. Ramona dió la vuelta al mundo y como nadie quería ser amigo de una desconocida volvió a casa. Cuando su padre la vio estaba loco de alegría. Su padre decidió adoptar a una araña marroquí para que fuera su amiga y nunca más estaría sola.

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Ernesto Oviedo